martes, junio 06, 2006

A Pucón... ¡en una Metalpar!


Cuando fuimos a Pucón, el año 1993, lo hicimos arriba de una micro amarilla Metalpar. No sé cómo entramos todos, con los respectivos cajones, báculos, etc.

Me acuerdo que los dirigentes habíamos acordado turnos para ir conversándole a los choferes con el fin que no se quedaran dormidos. Cabe señalar que en esa época el camino no tenía doble vía, así que eran un poco más riesgosos los "pestañeos" del conductor.

Pero igual llegamos a instalarnos a los "Ojos del Caburga" en lo que fue uno de los campamentos más recordados del Monseñor Berríos.

Minutos antes de escribir este par de líneas, le comentaba a alguien por messenger que mi memoria es media mala para archivar las anécdotas de los campamentos. De Pucón en particular, tengo en la mente algunos episodios.

Por ejemplo, me acuerdo que una vez -ya de noche- un bicho gigante entró a la carpa que ocupábamos con Juan Carlos, el cual casi por arte de magia desapareció... pero sólo hasta que desarmamos la carpa, porque el pobre murió aplastado en medio del despelote del "rincón insalubre", como el buen amigo Cristian Ubal recordó para siempre la carpa de los jefes. Conste, eso sí, que era sólo desorden.

También tengo en la mente una chancha que junto a su pequeño hijo chanchullo (o chanchito, ok, para no herir susceptibilidades) iba corriendo asustada de nosotros, ya que la habíamos descubierto robando en el campamento; pero la cerdita de pronto debe haber pensado: "¿por qué estoy corriendo?" y se chantó en seco. No pasaron ni tres segundos cuando todos íbamos de vuelta arrancando de una chancha enfurecida que con sus kilos de carne de la buena corría demasiado rápido.

Otro episodio fue el lago. Con mi gran amigo Claudio González arrendamos un par de botes y subimos a varios troperos y guías. Lo pasamos bien, pero fui un poco irresponsable, porque si nos hubiésemos volcado, el que menos sabía nadar era yo, justamente el asistente de tropa!!...

De hecho en los Ojos del CAburga casi me ahogué... pero no diré cómo me salvé, ni que salvavidas muy salvador me ayudó a no sucumbir en la profunidad de esas pozas intensamente azules.



Saludos a todos, escriban y manden fotos.

Gabrielus

PD: Nico, te prometo que tengo tu CD y que te lo voy a devolver, aunque quizás a estas alturas ya no corra en ningún lado!!

2 Comentarios:

A la/s 10:31 p. m., Blogger Monseñor Berríos Histórico dijo...

Lo del viaje ciertamente fue un cuento aparte. Los choferes un chiste. "El Trauco" y "El llanta" les pusieron...

Jc

 
A la/s 12:00 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

pucon fue mi primewr campamento, lo recuerdo tan bien.... fue cuando me gane mi primera etapa, que en ese entonces era la halcon.-..---..... ademas recuerdo que mi guia francisco painepan y el kiko nos encerraban en un cuadrilatero a pelear a mi y al 8 para entretenerse antes del almuerzo.....que pedazos esos dos el paine y el kiko en esos tiempos de guias de la patrulla cobra de la gran tropa y ultima con tanta mistica como esa, latropa san jorge...

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal