Homenaje a quienes siempre estuvieron cuando los necesitamos

Grandes ausentes hasta ahora en este blog y justos merecedores de estos párrafos en forma de homenaje son algunos apoderados. Me refiero a papás y mamás, que mas allá de perticipar en las reuniones formales, prestaron sus autos, sus casas, recursos, tiempo, muchas veces plata, en fin, fueron mas allá del cumplimiento del deber. Acá algunos ejemplos:

La señora Bernarda y Don Omar, padres de los hermanos González: Nos apoyaron en todo. Su casa siempre en punto de partida y regreso de los campamentos para las patrullas de la tropa. Hasta pienso que todavía hoy, debe haber alguna olla sucia con arroz pegado en su casa. La señora Bernarda, fue como la mamá postiza de patrullas completas, quienes hacian sus reuniones en su casa. Siempre me acuerdo con mucho cariño de ellos (aunque he sido muy ingrato), por lo bien que me recibieron siempre en su casa, incluso aquella vez que me asaltaron y quede botado a media noche y...

La señora Juanita, abuelita de Luis Herrera:Aperró con nosotros en varios campamentos. En Chiloé y el Los Angeles cocinó para todos los lobatos y golondrinas (alitas en ese entonces) y para los dirigentes, quienes nos salvabamos con esos tecitos y sopas que preparaba. Falleció hace ya un tiempo. Seguro está apoyando alguna actividad allá arriba.


Don Nicolas Ivanovic y la señora Agustina, papás del Nico Ivanovich: Don Nicolás fue presidente de la directiva por un par de años y fue apoyo logistico varias veces, cuando fue necesario ir a visitar un lugar de campamento en su parcela o cuando fue necesario reunirse con la dirección del colegio. La señora Agustina era una de las pocas mamás frecuentes en las reuniones de apoderados.

Don René Hernandez:Tesorero infalible con cuentas siempre al día. Nos acompaño al campamento de Los Angeles.

Don Alfredo Tapia, papá de Jorge Tapia: Quien siempre se la jugó por el grupo el tiempo que participó como presindente de la directiva de apoderados, incluso en tiempos en los que el grupo era cuestionado en el colegio.

La señora Betty, mamá de los hermanos Adasme:Ivonne siempre recuerda la confianza que tuvo en ella, al dejar que la Carola participara desde tan chica en las alitas.

El matrimonio Obreque: Apoyo incondicional de las alitas en sus inicios. Nunca cuestionaron las decisiones de las guiadoras de ese entonces (Ivonne, Betty y Hermana Rosita) y siempre se mostraron dispuestos a cooperar.

Quedan muchos en el tintero y seguramente de muchos mas no me acuerdo, pero todos ellos fueron parte importante de la historia del grupo.

Juan Carlos Campos N.
Jefe de grupo de ese entonces