jueves, febrero 28, 2008

La Nostalgia

La nostalgia aparece en marzo. No es "marcitis", como rezan los comerciales. Simplemente es una posición especial del sol que evoca campamentos de fin de año y pilas renovadas para comenzar a aparecer los sábados, con la camisa y el pañolín puestos.

Y vamos con los consejos de grupo y las renovaciones de dirigentes similares al cierre de pases de clubes de fútbol.

"Empezamos el próximo sábado", dice uno de los jefes, al darse una vuelta por el local del grupo casi buscando una excusa a eso de las tres de la tarde cuando, bajo un brillante sol, lo único que se oye es el viento azotando las hojas cada vez más secas de los árboles.

Una guía conversa con otra, vistiendo el uniforme casi por costumbre, mientras anota quizás qué cosa en una libreta.

El báculo está en un rincón, y si no fuera por las pieles se vería hasta polvoriento. Un lobato y una golondrina acompañados por sus papás también completan la escena, como si hubiesen insistido para ver con sus propios ojos que el grupo todavía sigue bajo el letargo veraniego.

La nostalgia llega en marzo, ya lo dije, y así sucesivamente.